miércoles, 6 de febrero de 2013

Entrevista a Mercè Conangla. Ecología emocional    "Hay más contaminación emocional que atmosférica"Por Alberto D. Fraile Oliver
La ecología emocional es un paso más allá de la inteligencia emocional. Mercè Conangla y su compañero Jaume Soler desarrollaron este concepto cuando se dieron cuenta de que padecemos mucha más contaminación emocional que atmosférica.
Si no hemos aprendido a reciclar nuestras emociones pueden suceder dos cosas: o contaminamos nuestro interior con residuos emocionales tóxicos o ensuciamos nuestras relaciones con fugas cargadas de dioxinas.
A través de la ecología emocional han tendido un original puente entre el lenguaje de las emociones y el de la ecología. El resultado: el arte de gestionar la emociones de manera que su energía nos oriente al crecimiento personal y a la mejora de las relaciones.
Quien trata de conocerse a sí mismo pronto se da cuenta de que somos analfabetos emocionales ¿cómo podemos acercarnos a una forma natural de entender nuestras emociones?Hay una serie de principios que tendríamos que mostrar a los niños desde pequeños. Por ejemplo, que nos construimos relacionándonos con los demás, que formamos parte de un gran todo. En el que lo que hacemos y lo que dejamos por hacer tiene consecuencias. Tendríamos que decirles a los niños que las emociones no se eligen sino que se sienten. Pero que si que elegimos las conductas a partir de determinada emoción. Es decir, yo no elijo tener ira. Ya que puede existir un recuerdo grabado en mi mente que me genera ira. Yo no tengo control sobre ello, ni tampoco tengo responsabilidad, por lo tanto no tengo que ir disculpándome por sentir esa emoción. Sin embargo, deberíamos diferenciar la conducta a partir de lo que hago yo cuando siento esa ira. Legítimamente puedo enfadarme, pero al elegir la conducta puedo optar por la creatividad o la destructividad. Puedo coger un cuchillo y clavárselo a alguien movido por esa ira. O puedo elegir canalizar la energía de la ira para reparar una injusticia, para hacer ejercicio físico y mejorar mi cuerpo o para quitar hierbajos del huerto de mi casa y así las plantas respiran mejor. Tengo opción.
Hay que explicar a los niños que si bien todas las emociones son legítimas, las conductas tiene que atenerse a unos valores éticos. El hecho de que podamos elegir nuestra conducta nos hace responsables.
Hay emociones que nos conducen a una conducta destructiva. Cuando se inicia esa emoción y ya sabemos a dónde nos va a llevar. ¿Hay forma de parar esa emoción antes de que se disparé la respuesta negativa?Tu planteas una de las habilidades que trabaja la inteligencia emocional y que se refiere al autocontrol emocional. Aquí puede radicar el primer equívoco ya que podemos confundir autocontrolar con reprimir. Podemos imaginar una línea, en un extremo está la represión. Es decir, yo siento pero me lo guardo todo dentro y no admito la legitimidad de sentir eso porque queda mal o porque me han dicho que no me puedo enfadar o porque no es admisible sentir celos. Pero como no puedo evitar sentirlos, los reprimo y me los guardo dentro. Sabemos que funcionando así, sin canalizar la emoción ni darle una salida y desprendernos de ella se vuelve tóxica en nuestro interior. La ira reprimida puede convertirse en rabia y la rabia transformarse en rencor, y el rencor en resentimiento y el resentimiento en odio. Es una cascada emocional tóxica. Sin duda, es una mala opción.
En el otro extremo de la línea está la explosión emocional. En este caso podemos hablar de incontinencia emocional. Siento algo y lo suelto sin importarme a quién le suelto este tóxico. He tenido un mal día en el trabajo, me he enfadado con varias personas y estoy tenso. Cuando llego a casa mi hijo pequeño me dice algo, le grito y le suelto toda la carga tóxica. No es legítimo descargar tu basura emocional de esta forma y contaminar tu entorno. Cada persona es responsable de sus emociones y tiene que encontrar la mejor vía para darles la salida.
¿Y dónde está el punto de equilibrio entre los extremos de la represión y la incontinencia emocional?Para encontrarlo el primer paso consiste en aprender a dar nombre a lo que yo siento. Aquí empieza el primer lío: te preguntas cómo te sientes y la respuesta es “fatal”. Pero “fatal” no es una emoción; no se puede gestionar un “fatal”, tengo que darle el nombre apropiado. Debemos dar nombre a lo que contiene ese “fatal”. Por ejemplo, ese “fatal” podría indicar que estoy muy enfadado o que estoy triste o frustrado. A partir de ahí podemos transformar y gestionar las emociones. El siguiente paso es aprender que cada emoción nos da un mensaje. El miedo nos dice algo, la ira nos dice otra cosa. Por ejemplo, la ira nos dice que tenemos un obstáculo que nos impide ir hacia donde nos dirigimos. Alguien o algo no ha puesto un obstáculo en nuestro camino y la ira es un mecanismo natural para tratar de sobrepasar este obstáculo o quitarlo de en medio. Tiene una utilidad inicial. Podemos elegir entre agredir a quien nos ha puesto el obstáculo o emplear la creatividad.
Para poner un ejemplo práctico, ¿qué puede hacer una persona que está raptada por un sentimiento de celos?Si alguien está raptado quiere decir que la parte emocional del cerebro ha tomado el control de la conducta. Es imposible en ese momento utilizar argumentos racionales. Cuando estamos ante una persona así a veces es conveniente el silencio porque no es capaz de gestionar nada y podemos empeorar las cosas. En el territorio emocional, hay que trabajar con prevención. Es decir, no podemos esperar a estar en medio de un caos para empezar a trabajar estas habilidades. Lo mejor es aprender fórmulas que nos van a permitir ante una situación de crisis o de emergencia tener una estrategia que no sea destructiva.
Otra tendencia podría ser desconectarse de las emociones e irse a un plano intelectual. ¿Cómo se puede volver a sentir las emociones después de haber estado un tiempo largo desconectado de ellas?
Es un proceso lento. Depende de la duración del periodo y del motivo de la desconexión, pero hay un fenómeno que podríamos llamar la desertificación emocional en la que la persona, para protegerse de una situación muy dura en la que ha sufrido mucho, ha bloqueado toda vida posible para no permitir que le dañen más. No entra el dolor, pero tampoco entra el amor. Y esta persona se encuentra muy sola. Tampoco es una buena estrategia. Para recuperarse hay que volver a sembrar en un desierto. Hay que poner una buena tierra, y hacer un trabajo de crecimiento personal que te vuelva a reconectar contigo mismo, para que te puedas preguntar: ¿quién soy?, ¿con qué recursos cuento, ¿cuáles son mis cualidades? Lo más importante es trabajar con los recursos que cuentas.
¿Y cómo puede saber una persona con qué recursos cuenta? Un buen ejercicio es hacer una lista de qué cosas valoras de tu persona. ¿Cuáles son tus mejores cualidades? El primer paso es conectarse con uno mismo y a partir de allí podemos volver a establecer relaciones.
Esto que estás diciendo tiene mucho que ver con el concepto de la resiliencia, que es la capacidad de un sistema de recibir un shock y además de recuperarse incorporar habilidades nuevas.
Sí, utilizamos mucho el concepto de resiliencia que Boris Cyrulnik definió. Uno de los factores que permiten a una persona ser resiliente es que cuente en su alrededor con modelos humanos diferentes a los que le causaron el trauma. Por ejemplo, si un niño ha sido abandonado, son muy importantes algunas personas como una vecina que le da la merienda o un profesor que le valora de una manera especial. En ecología emocional son lo que llamamos vitaminas emocionales. Son aspectos muy sencillos y muy fáciles de poder suministrar. Nosotros valoramos mucho el concepto de resiliencia. Es muy poderoso. Proponemos un modelo de educación que reúna las siguientes características: creatividad, amorosa, pacífica y autónoma. Si introducimos estos conceptos en la educación, haremos que nuestros niños sean resilientes. Y los adultos que estamos educando tenemos que darle a los niños estos nutrientes. De lo contraria, no estarán emocionalmente educados.
¿Cómo se conectan las emociones con el cuerpo?Todos los planos están interconectados. Por ejemplo, a partir de una creencia desajustada, tienes una repercusión emocional. Algunas creencias nos provocan miedo y el miedo nos bloquea. A partir de una creencia se mueve una emoción y a partir de la emoción generamos una conducta. Por otra parte, muchas enfermedades psico-somáticas: úlceras de estómago, algunos problemas cardiacos, migrañas, pueden tener como causa una gestión poco adaptativa. Como seres holísticos que somos, si hay algún desajuste en el sistema, tanto emocional como en las creencias, el sistema se resentirá.
Muchas veces buenos proyectos sociales no se pueden llevar a cabo por las dificultades emocionales de los individuos que los forman y que impide la colaboración. ¿Cómo se puede trabajar el mundo emocional dentro de los proyectos colaborativos?Cuando yo formo parte de un grupo, llevo conmigo mi propia mochila de experiencias, vivencias, miedos, creencias. Todo ello está más o menos ajustado o desajustado y a partir de ahí entro en relación. La cosa solo funcionará si cada una de las personas con las que vamos a trabajar en equipo nos autogestionamos a nivel de emociones y de creencias. Si cada uno está en un proceso constante de automejora, cada vez que nos encontremos nos sentiremos menos necesitados, ni seremos vampiros emocionales. Compartiremos unos valores que nos permitirán colaborar. Es a partir del crecimiento individual que es posible el crecimiento del grupo. Cuando esto no es así, reproducimos en el grupo nuestros procesos personales. Por ejemplo, si una persona no es capaz de perdonarse a sí misma, no será capaz de perdonar. La persona que es auto-exigente en exceso será excesivamente exigente con los demás. La persona que acumula ofensas acaba ofendiendo. Lo interior se refleja en el exterior, y a la vez lo exterior afecta al interior. La opción que yo propongo es mejorando uno mismo el mundo mejora. Porque lo que somos nosotros, eso es el mundo. Es nuestra libertad y nuestra responsabilidad estar bien para que el mundo esté bien.
¿Cuál fue el clic para conectar el mundo ecológico con el mundo emocional?Llegamos a la conclusión de que actualmente padecemos más contaminación emocional que atmosférica. Y después de mucha reflexión nos dimos cuenta de que el lenguaje que se utilizaba en el mundo de la ecología: reciclaje, respeto, gestión de residuos, etc., era muy similar a lo que nosotros veíamos que había que hacer con las emociones. Empezamos a revisar los conceptos de la ecología y analizábamos si eran traspasables al mundo emocional. Descubrimos que era una metáfora muy didáctica, creativa y fácil de entender y explicar.
¿Por qué crees que cada vez más gente quiere conocer su interior y dominar mejor las emociones?
Por necesidad, por intuición, por inteligencia, porqué el hecho de no hacerlo y continuar dejándonos llevar por impulsos primarios o reprimiendo nuestro sentir sólo nos lleva a la autodestrucción y a la destrucción colectiva. Tenemos sobradas pruebas de ello: aumento de la agresividad (insultos, agresiones físicas, psíquicas y morales), estrés, aumento de patología ansioso-depresiva…
Porqué llega el momento de efectuar cambios preventivos en lugar de esperar ha “tener que” realizar cambios catastróficos cuando ya quizás sea tarde. Necesitamos un modelo humano psicoecoafectivo de personas que trabajan para conseguir un espacio interior armónico en el cual razón y emoción trabajen en equipo; una persona que proyecte esta armonía interior en acciones más empáticas, generosas y solidarias hacia los demás y el mundo.
¿Cómo imaginas que sería el mundo si todos hiciéramos este trabajo que propones?
No tendría nada que ver con el mundo que tenemos ahora. Sería la gran utopia alcanzada. Seríamos personas más felices y mejores personas con los demás. Ahora mucha gente se siente desgraciada y acaba siendo agresiva con los demás. Sería un mundo con más creatividad, una creatividad bien canalizada, un mundo donde las cosas no se resolverían con la acción violenta sino con el diálogo. El mundo natural también estaría mucho mejor porque cuando estás bien contigo mismo cuidas mejor el mundo natural. Estoy convencida de que los problemas medioambientales mejorarían. Si mejoramos la gestión emocional de cada uno, estaríamos en un mundo mucho mejor.



Atlas de la ecología emocional
Los conceptos básicos:
ECOLOGIA EMOCIONAL:
Es el arte de gestionar nuestras emociones de tal forma que la
energía que éstas generan sea dirigida a nuestro crecimiento
personal, a la mejora de nuestras relaciones interpersonales y a la
construcción de un mundo más armónico y solidario
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Abonos emocionales (o vitaminas emocionales):
Ayudan a crecer y ayudan a vivir. Proporcionan nutrientes y energía emocional:
agradecimiento, felicitaciones, sonrisas, abrazos, caricias, ternura...
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Agujero en la capa de ozono:
Pérdida de protección en nuestro interior que hace recibamos algunos estímulos
sin filtro ni defensa alguna. Por ejemplo, juicios de valor, críticas...
(inseguridad, baja autoestima, emociones mal gestionadas) Vulnerabilidad.
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Basuras emocionales
Residuos emocionales mal gestionados o sin gestionar. Contaminan el medio en
forma de agresiones verbales o conductas destructivas: quejas,
resentimiento,
rencor, mal humor, desánimo
, rumores, juicios negativos, furia, rabia,
menosprecio, cinismo.. Tienen un impacto negativo en nosotros mismos y en
nuestras relaciones personales.
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Biodegradable:
Las emociones deben cambiar, evolucionar y desaparecer. Si las
retenemos y no las gestionamos bien - “no biodegradables” - pueden
llegar a envenenarnos.
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Cartografía emocional:
El mapa mental del mundo que utilizamos como guía en la vida diaria.
Información con carga afectiva que señala zonas de peligro, de
exploración, rutas adecuadas… Contiene la memoria emocional.
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Contaminación:
Afectos en mal estado, como el mal humor, irritación, enojo, desánimo,
el rencor o el resentimiento pueden contagiarse y contaminar el
climaemocional global.

Conservas emocionales
:
Situaciones agradables cuyo recuerdo podemos guardar para evocarlo
cuando lleguen los malos tiempos.
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Desierto emocional:
Momento emocional en el que uno se siente en tierra yerma, solo y sin
recursos. Estado de insenbilidad y de dificultad para sentir o expresar.
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Efecto invernadero y lluvia ácida:
Emitimos partículas tóxicas y contaminantes que acaban rebotándonos en
forma de lluvia ácida reduciendo a cenizas nuestra vida interior: El mal
humor, las agresiones, el rencor, la envidia, los celos, la crítica constante, la
queja, el victimismo, la tendencia a señalar siempre los defectos de los
demás... Forma parte del
efecto boomerang
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Energía emocional:
Es el combustible que nos ayuda a vivir (automotivación, alegría, amor,
curiosidad, deseo, ternura...).
Reciclaje:
Transformación
de un sentimiento mediante su gestión emocionalmente
ecológica que da la oportunidad de evolucionar y descubrir nuevas
posibilidades ende nuestro interior. Los celos pueden ser una oportunidad
para detectar puntos de mejora y transformarse en más autonomía y
seguridad; la envidia, en solidaridad y generosidad; la ira, en energía
positiva...

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Reservas naturales y espacios protegidos:
Espacios de intimidad reservados a nosotros mismos. Nos ayudan a respirar y a
disfrutar de una mejor calidad de vida. Deben expandirse a medida que
crecemos. Espacios para cultivar afectos delicados en peligro de extinción:
serenidad, ternura, amor..
Las leyes de la ecología emocional:
1- Ley de la diversidad y riqueza de afectos:
La vida natural depende de su diversidad y riqueza.
(Todos los afectos son necesarios.)
2- Ley de la interdependencia afectiva:
Todas las formas de vida dependen entre sí.
(Somos sistemas de energía abiertos y nadie es emocionalmente
autosuficiente. Todo lo bueno que hacemos tiene un impacto positivo en el
Universo, lo desadaptativo perjudica a todos)
3- Ley de la gestión ecológica de los recursos afectivos:
Todos los seres vivos y todos los recursos son limitados.
(Hay que hacer una buena gestión de los afectos. Su mala gestión puede
acabar agotándonos y destruyéndonos).
JUNTOS PERO NO REVUELTOS
Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Capítulo 1: Calidoscopio familiar
1. En el mundo hay muchas personas con las que podemos crecer bien, además de nuestra familia de origen. Nosotros elegimos nuestra historia
2. Los retos a los que nos enfrentamos en la actualidad exigen mucho más que una respuesta a la supervivencia de la especie o a la transmisión del patrimonio.
3. Nuestra vida no se define tanto por nuestro origen como por el camino que vamos recorriendo a partir del mismo.
4. Tenemos el derecho a decidir en quien vamos a invertir nuestra energía amorosa.
5. Es emocionalmente ecológico e inteligente escoger relaciones que nos permitan crecer y ser mejores, en lugar de resignarnos a lo que la genética, el azar o la cultura ha establecido como obligación
6. Nos definimos por el tipo de familia que formamos y no por el tipo de familia donde hemos nacido o crecido
7. Mejor un dolor agudo y curable, que un dolor crónico que no nos abandone el resto de nuestra vida.
8. La biología, por si sola, es un mal criterio para elegir a quienes van a formar parte de nuestro contexto más íntimo. No siempre el azar genético agrupa a personas compatibles y, en ocasiones, las combinaciones pueden ser totalmente patológicas.
9. Un padre o una madre no es aquella persona que “te ha tenido” sino aquel adulto que te ha ayudado a crecer y te ha acompañado con amor.
10. La nueva familia está formada por un grupo de personas que se relacionan con vínculos basados en el amor, en la generosidad, la solidaridad y el respeto.
www.ecologiaemocional.com
Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 2: El ciclo vital familiar
1. Una familia debe cambiar y evolucionar en sus dinámicas a medida que cambian y evolucionan las personas que la integran. Si mantiene un patrón fijo de funcionamiento está condenada al desastre.
2. Cuando la estructura es rígida y nosotros evolucionamos, sólo podremos mantenernos dentro de la estructura si involucionamos o dejamos de crecer.
3. El matrimonio “por sí mismo” no tiene -al igual que cualquier otra institución- absolutamente ningún valor. El valor será el que cada una de las personas que lo constituyen tenga y le dé.
4. Matrimonio y amor son conceptos distintos que pueden no llegar a coincidir en absoluto.
5. Nosotros lo queremos “todo”: amor, sexo, convivencia, contrato, refugio,  seguridad, patrimonio, en una única fórmula. Los ingredientes que unimos son realmente explosivos
6. Muchas personas quieren cambiar de dependencias pero no quieren en el fondo independizarse. Y para decir un “yo te quiero” primero debemos ser capaces de decir “yo”
7. La ecología emocional propone partir de dos personas autónomas, y emocionalmente más inteligentes, capaces de cultivar una relación de pareja y familiar amorosa, en lugar de basar su seguridad en un contrato.
8. Aunque el amor se haya acabado pueden quedar otros lazos emocionales positivos que unan a la pareja: amistad, agradecimiento, compatibilidad de proyectos de vida, crianza de hijos menores, intereses o valores parecidos.. ¿Por qué no plantearse la posibilidad de continuar la convivencia como compañeros bien avenidos aunque no como pareja?
9. Ser familia no significa ir juntos a todos los lados, estar todos juntos siempre. Es un vínculo que debería ser más afectivo y espiritual que no físico. Podemos ver la marcha de los hijos como una pérdida o como una ganancia, de nosotros depende.
10. Cada uno debería ser un hogar para si mismo, su principal refugio, su primer y último acompañante.
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Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 3 : Entornos familiares desadaptativos
1. Muchas personas, aún siendo conscientes de que sus relaciones familiares son totalmente improductivas e incluso patológicas, se sienten culpables si sienten el impulso de desligarse de este entorno hostil y poco ecológico.
2. Cuando alguien actúa movido por la culpa o por un falso sentido de la obligación puede acabar torturando a los demás. El uso de energías emocionales no ecológicas, acaba contaminando el clima familiar
3. Tenemos la vida que tenemos en este momento porque elegimos lo que elegimos
4. Quizás dejar de ser uno mismo pueda evitar que uno esté solo pero en ningún caso le evitará sentirse solo. Ninguna familia vale el precio de dejar de vivir la propia vida.
5. Hay familias que construyen un entorno ecológico adecuado donde es posible el crecimiento personal y la convivencia armónica; las hay están hacinadas y ahogadas por demandas, asfixiadas por la falta de libertad, de intimidad, o de respeto
6. Las familias rígidas son controladoras y, en el fondo, muy inseguras de su fuerza. Por esto se agarran a lo formal para no asumir la tarea de hacer las reformas de fondo necesarias.
7. La familia endogámica es patológica al aislarse en si misma. Funciona como un sistema cerrado que se alimenta de la energía generada por sus propios miembros, aunque sea a costa de devorarlos o sacrificar a alguno de ellos a modo de chivo expiatorio.
8. El efecto de un clima emocional familiar contaminado por el resentimiento es altamente peligroso para todos.
9. A veces podemos desatar los nudos familiares; otras, el gasto de energía que debemos invertir para conseguirlo es tan elevado que es más inteligente cortar el nudo.
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Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 4: Caosmos
1. Hay quien no quiere renunciar a nada porqué está convencido de que es posible tenerlo todo.
2. Se invierte más energía en el intento de mantener el mito familiar y evitar reconocer su falsedad, que la que sería necesaria para mejorar el sistema y dinámicas de relación
3. Los amores, los buenos amores, no pueden crecer ajenos al centro de la propia vida.
4. Nuestra familia real es donde están nuestros amores y es ahí donde debemos invertir nuestra energía emocional y nuestra capacidad intelectual. Elegir lo contrario puede llegar a destruirnos.
5. El relato familiar es una forma de rescribir la propia historia y darle la forma y el contenido deseado. La opción escogida es cambiar la realidad en lugar de adecuar el guión a la realidad de lo que se vive
6. La familia mantiene una especie de libro de contabilidad emocional en el que queda registrado quién debe qué y a quién, en términos de lealtad y de afecto
7. Las deudas emocionales familiares constan como facturas a pagar que deberán ser compensadas de alguna forma, aunque no sea por la misma persona que las ha generado
8. Quedar excluido del clan familiar puede ser mucho más duro que quedar excluido de la propia familia
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Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 5: Territorios, invasiones y luchas de poder
1. Sólo entendiendo que vivir con otro no supone ser igual a él, ni sentir, ni opinar igual, ni tener los mismos intereses; sólo reconociendo que tenemos el derecho a divergir y a seguir nuestro camino, podremos lograr que la familia sea un territorio de encuentro en lugar de un campo de batalla.
2. Se trata de hallar nuestro lugar en el mundo, aquel espacio físico, mental, afectivo y espiritual donde podamos hacernos mejores para, así, también hacer mejor el mundo
3. La familia es el “con quien voy” más importante porque es el que más nos condiciona y también porque es nuestra mejor opción.
4. No puede haber felicidad donde falta la libertad ni donde el otro sólo es un medio para llenar el propio vacío o suplir nuestra incapacidad
5. La mayoría de amores infelices, no se acaban nunca.
6. Debemos sacrificarnos, es una creencia que fomenta la existencia de víctimas y verdugos. La situación más injusta se produce cuando sólo uno se sacrifica y los demás se benefician

7. El "mobbing familiar" es similar al mobbing laboral. Lo que cambia es el escenario donde se da y la implicación de familiares en el papel de consentidores - muchos de ellos inconscientes, pero consentidores al fin y al cabo-.
8. Los consentidores se convierten también en maltratadores porque con su silencio y pasividad permiten la destrucción, a veces lenta y progresiva, de una persona del grupo a quien deberían cuidar y proteger.
9. Si habitamos en un ambiente tóxico y hostil es poco inteligente esperar que cambie. La prioridad es sobrevivir y preservar nuestra salud mental y autoestima. Para conseguirlo será necesario irse.
10. Nuestra tarea es crecer y no tan sólo sobrevivir. El maltratado tiene tres opciones claras: luchar, rendirse o irse.

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Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 6: Mitos familiares
1. Todo desea continuar siendo lo que es. La familia es un sistema de fuerzas, una organización que, como todo sistema, intenta mantener su equilibrio y coherencia

2. Los sistemas rígidos tienden a penalizar todo intento de innovación bien
sea de estructura o de contenidos
3. Pertenecer a una familia nos enlaza con el fluir de la vida y de las generaciones que nos han precedido. Es un eslabón de la cadena que nos enraíza en nuestro origen y un paso hacia el futuro que seguirá.

4. Hay grupos humanos que viven encerrados y hundidos en costumbres y tradiciones y que acallan al miembro del grupo que piensa, siente o hace algo distinto.
5. En algunas ocasiones “la ropa sucia” no se lava en ninguna parte: ni fuera de casa, ni dentro de casa. Simplemente, los problemas no existen.
6. Las basuras emocionales que no se eliminan o reciclan acaban pudriéndose contaminando el clima emocional familiar
7. El amor es fruto de una elección del corazón y requiere tiempo para anidar, para crecer y para dar su fruto
8. La familia por naturaleza la construimos socialmente y a lo largo de la historia de las culturas y civilizaciones podemos encontrar modelos muy distintos de organización familiar
9. En la vida acabamos encontrando aquello que buscamos con tanta atención. Nuestra mente funciona como un filtro selectivo siempre dispuesta a confirmar las creencias que contiene

10. La evolución en las creencias no va a debilitar la familia sino a fortalecerla.

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Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 7: Comunicación, puentes de diálogo
1. Tenemos la responsabilidad de cuidar de nuestra calidad de conciencia para poder obtener calidad de vida.
2. Es una vía equivocada pretender que los demás cambien para nosotros estar bien; que nuestra familia sea distinta, tenga valores distintos, intereses distintos, expectativas distintas, estilos emocionales distintos, y habilidades de trato distintas
3. La comunicación nos va a permitir tejer redes de relación que nos proporcionarán una buena base afectiva así como la confianza y el amor necesarios para crecer y madurar
4. Se trata de dar prioridad a nuestros afectos reales. Las relaciones que sean falsas, que consuman nuestra energía sin aportarnos nada, o que nos impidan crecer, deben ocupar el lugar que merecen.
5. La ignorancia afectiva es la peor de todas. Es como disponer de una información trascendental que no podemos utilizar porque desconocemos el lenguaje y no sabemos traducir los códigos del mismo.

6. Para reconocernos es preciso habernos podido conocer. De no ser así, no habrá familiaridad ni la confianza o la intimidad que del conocimiento y aceptación se deriva.

7. Intentamos suplir nuestras carencias buscando en la familia su satisfacción, pero la familia no deja de estar formada por personas que también arrastran consigo sus propias carencias
8. La autoridad moral es el resultado de estar en paz con nosotros mismos y, para comunicar bien y transmitir veracidad, es preciso preservar nuestra dignidad.
9. Las incoherencias se pagan caras. No podemos transmitir a los demás aquello que en realidad no sentimos
10. No tenemos el derecho de dirigir la vida de nuestros familiares, por más padres, hijos, hermanos o pareja que sean. Bastante dificultad tenemos para dirigir la propia
11. La palabra es importante para comunicar, pero las llaves que hacen posible la buena comunicación entre personas son la confianza y la generosidad. Ambas son requisitos imprescindibles para construir una familia emocionalmente ecológica
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Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 8: Ecología emocional y familia
1. La familia emocionalmente ecológica está formada por una red de relaciones tejidas con hilos de libertad, responsabilidad, generosidad, solidaridad, respeto y amor
2. Las modalidades de familia pueden ser tantas y tan creativas como así lo sean las personas que las componen
3. En la familia, como en toda relación humana, es importante ser creativo, innovar y mantener la capacidad de sorpresa y estímulos para que sea un lugar donde se desee volver
4. Una familia emocionalmente ecológica es una familia resiliente, capaz de crear espacios de libertad interior
5. La familia no debería ser un proyecto único sino una corporación fuente de múltiples proyectos de vida que se van desarrollando de forma compatible y sincrónica
6. Si no vivimos cómo pensamos, acabaremos pensando como vivimos, y si no vivimos de acuerdo con lo que sentimos, nos vamos a dividir por dentro y perderemos nuestro equilibrio
7. Quien no intenta algo, no lo consigue, no perfecciona sus capacidades y acaba convertido en un ser egoísta y comodón que siempre esperará que venga alguien a solucionar su vida.
8. Esperar que la familia resuelva todos nuestros problemas significa ceder el control de nuestra vida y el precio de hacerlo es demasiado caro: la pérdida de libertad y el pago de una hipoteca afectiva que puede durar una vida entera.
9. La vida es el arte del encuentro con el otro, pero este encuentro no será posible si vivimos desconectados de nosotros mismos, alejados de nuestras necesidades y deseos; desamparados y ajenos a nuestros sueños e ilusiones
10. Si nuestras relaciones son contaminantes, si coartan nuestra libertad, si pisan nuestra dignidad, si nos impiden crecer... debemos ser valientes y terminarlas.
11. Queremos decirlo alto y claro: Es preciso alejarse de las relaciones coartadoras, contaminantes o abusivas, por más familia que sean.
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Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 9: Energías emocionales renovables, ecológicas y sostenibles
1. Una de nuestras principales responsabilidades en la vida es aprender a dirigir nuestra energía emocional y, también, intelectual hacia objetivos
seleccionados de forma inteligente. La ecología emocional nos enseña como hacerlo.
2. Toda emoción lleva consigo una carga de energía útil que puede ser dirigida a la acción constructiva y de mejora, o bien ser canalizada y orientada hacia la agresividad y destructividad
3. Las emociones deben fluir y, en ningún caso, ser retenidas.
4. La información y energía que nos aportan los celos, la envidia, el miedo, el rencor, el enfado... bien orientada y canalizada puede servir para mejorar y convertirse en una oportunidad de mejora personal.
5. Para amar hay que ser no sólo fuerte sino también sabio
1. Es un privilegio haber nacido de unos padres que se aman auténticamente entre si. Es magnífico vivir en una familia donde estén depositados nuestros más importantes afectos.
6. La familia elegida es un acto de creación importante en nuestra vida porque no está fundamentada en la logística, la comodidad, o el interés, sino en el amor que tejemos día a día, conjuntamente y sin pausa.
7. La familia escogida es una puerta abierta a nosotros mismos y a un mundo cada vez más grande porque, con el amor como base, nos sentimos confiados, nos atrevemos a explorar y ganamos espacio
8. El amor no es parte de la naturaleza sino una creación de quienes aman y, por lo tanto, la mayor fuerza disponible para mejorar nuestra existencia
9. No se puede vivir bien donde no hay energía amorosa. El mundo se vuelve oscuro y vacío. No es una buena familia aquella donde reina la oscuridad y el vacío afectivo.
10. La esperanza es un factor de resiliencia y una responsabilidad moral.
11. Ley de la inversión de energía: La energía que es necesario invertir para asegurar la continuidad de una familia patológica, es inversamente proporcional al nivel de energía disponible para el propio desarrollo
personal.

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Clarissa Pinkola Estés
www.ecologiaemocional.com
Autores: Jaume Soler i Maria Mercè Conangla
Libro: “Juntos pero no revueltos”. RBA bolsillo.
Capítulo 10: La familia, los demás y lo demás
1. El amor huye cuando lo queremos aprisionar y poseer, y sólo nos quedamos abrazados a nosotros mismos

2. La institución familiar debería estar siempre al servicio de las personas y no las personas al servicio de las institución familiar
3. Los valores individuales no siempre son compatibles con los familiares y los valores familiares no siempre lo son con los de la comunidad donde se vive.
4. La sociedad y cultura donde se inserta la familia trata de ejercer influencia sobre ella y las personas que la componen: recompensando o castigando, controlando la información, enviando consignas, aprobando o rechazando, fomentando determinados modelos y penalizando otros.
5. Se trata de aprender a vivir y a convivir no “a pesar de las diferencias” sino “con las diferencias”.
6. Abrirnos a las demás personas y al mundo siempre es un riesgo pero no hacerlo una condena

7. Ir por el mundo con la dependencia emocional a cuestas sólo nos va a traer disgustos
8. Envejecer es bueno siempre que puedas compartir con los demás todo lo que has aprendido de lo vivido
9. En una sociedad mercantilista y de la cultura de “usar y tirar” también se dan estos principios en las relaciones con las personas mayores.
10. El sacrificio no es necesario. Existe algo que se llama
corresponsabilidad, compartir, amar. Un núcleo familiar que crece a costa del sacrificio máximo de uno solo de sus miembros es un sistema de organización inmaduro, injusto e incluso patológico.

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